Muharrem no podía salir de su asombro cuando una mañana notó que todos le hablaban en lenguaje de señas. Una idea publicitaria genial para remarcar la solidaridad con quienes nos rodean. Un equipo de una agencia publiciaria estuvo durante un mes enseñando al vecindario de Estambul el lenguaje de señas. Su hermana Ozlem fue la cómplice que lo llevó por los lugares marcados en los que podían seguirlos las cámaras.
El pueblo aprendió lenguaje de señas para sorprender a un vecino sordo
Muharrem no podía salir de su asombro cuando una mañana notó que todos le hablaban en lenguaje de señas. Una idea publicitaria genial para remarcar la solidaridad con quienes nos rodean. Un equipo de una agencia publiciaria estuvo durante un mes enseñando al vecindario de Estambul el lenguaje de señas. Su hermana Ozlem fue la cómplice que lo llevó por los lugares marcados en los que podían seguirlos las cámaras.