Los hechos tuvieron lugar en la ciudad de Yiwu (China): su pequeño de tres años se quedó encerrado en el coche aparcado en la calle bajo un tremendo calor. Lo lógico es que la mujer hubiese hecho todo lo posible por salvar a su hijo de esa insoportable situación, pero, desgraciadamente, no fue el caso. Lo único que parecía importarle a esta desalmada mujer era su BMW y se negaba hacerle el más mínimo rasguño incluso estando la vida de su retoño en juego.
Ya no es que ella no rompiese una de las ventanas de su preciado modelo alemán, es que cuando llegaron los bomberos para hacerse cargo de la situación, y ante la sorprendida mirada de decenas de viandantes, tampoco les permitió que forzaran la entrada en el coche a costa de la integridad del mismo. La mujer insistía que era un automóvil muy caro para romper ninguno de sus elementos y que, por favor, esperasen a que llegara un cerrajero. Mientras, el niño gritaba de terror atrapado en el coche sufriendo un calor insoportable y casi sin oxígeno.
Cuando el pequeño ya estaba a punto de desmayarse, el jefe de bomberos haciendo caso omiso a la dueña del coche rompió una de las ventanas y sacó al niño del vehículo. Mientras, la gente que estaba viendo la escena no tenía más que palabras ‘amables’ para la mujer, cuyo materialismo le había llevado a anteponer un coche a la vida de su hijo. La historia ha conmocionado a medio planeta en las redes sociales y se ha exigido que quiten a la mujer la custodia del pequeño.
Ya no es que ella no rompiese una de las ventanas de su preciado modelo alemán, es que cuando llegaron los bomberos para hacerse cargo de la situación, y ante la sorprendida mirada de decenas de viandantes, tampoco les permitió que forzaran la entrada en el coche a costa de la integridad del mismo. La mujer insistía que era un automóvil muy caro para romper ninguno de sus elementos y que, por favor, esperasen a que llegara un cerrajero. Mientras, el niño gritaba de terror atrapado en el coche sufriendo un calor insoportable y casi sin oxígeno.
Cuando el pequeño ya estaba a punto de desmayarse, el jefe de bomberos haciendo caso omiso a la dueña del coche rompió una de las ventanas y sacó al niño del vehículo. Mientras, la gente que estaba viendo la escena no tenía más que palabras ‘amables’ para la mujer, cuyo materialismo le había llevado a anteponer un coche a la vida de su hijo. La historia ha conmocionado a medio planeta en las redes sociales y se ha exigido que quiten a la mujer la custodia del pequeño.