Boston reveló el lunes por la tarde que había retirado la propuesta de ser la sede de los Juegos Olímpicos de Verano 2024. El anuncio se produjo horas después de que el alcalde Marty Walsh aseguró que no firmaría ningún contrato ya que era el gancho que habían dejado los contribuyentes, que están prácticamente enlazados a ver quien recibe un mega evento deportivo mundial.

Existen por supuesto casos de éxito, como por ejemplo en Barcelona 1992, este caso es visto como una victoria para todos los involucrados. Pero para las estadísticas de por qué los Juegos Olímpicos se han convertido radiactivos para la mayoría de los países, sólo basta con mirar el pasado reciente.

Seguramente no has olvidado Sochi el año pasado, fue cuando los periodistas y atletas entraron al escenario de construcción más caótica, un días antes de los Juegos.

Los Juegos Olímpicos más caros de la historia costaron más de $ 50 mil millones, para lograr enriquecer a una pequeña minoría. Apenas ocho meses después de la ceremonia de clausura, Sochi fue descrito como un "pueblo fantasma".

O miremos más atrás, 10 años antes de Sochi, recordemos los Juegos Olímpicos del 2004 en Atenas. Grecia gastó $ 10 mil millones por ser la sede de los Juegos. Hoy en día, la economía de Grecia está por los suelos. ¿Podrían estas dos estar relacionadas? Quizá no existe símbolo perfectamente más sombrío que une a la Grecia de hoy con Atenas abandonado.

Los posibles anfitriones como tendrán que examinar estos mega eventos más de cerca. Una y otra vez, vemos a los países intimidados por la FIFA en extender demasiado su economía. Los anfitriones terminan escribiendo cheques que no pueden pagar.

Brasil construyó nuevo estadio de $550 millones para la Copa Mundial el verano pasado, ahora se está utilizando como un estacionamiento de autobuses, ya que los gobiernos locales no tienen los fondos suficientes para mantener los estadios.

Estos son los tipos de compromisos que Boston no estaba dispuesto a hacer.

Boston, Brasil, Atenas, Sochi ... en conjunto, que incitan a una pregunta sobre todo ¿Quién sigue queriendo Juegos Olímpicos?

Esta semana, se determinará con una votación del COI quién va a organizar los Juegos Olímpicos de Invierno de 2022. Pero aquí está la cosa: Prácticamente nadie quiere el honor.

Si los Juegos Olímpicos eran importantes para simbolizar y concentrar todo lo que es bueno acerca de la humanidad, ahora con el paso del tiempo sabemos que se convirtió en un vehículo para déspotas y dictadores con el objetivo de llenarse los bolsillos mientras aprieta aún más a sus ciudadanos, así que ahora sabemos que la humanidad ha fallado.





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