Los médicos aconsejan la extirpación quirúrgica del tejido adiposo, por un procedimiento que no dura más de media hora.
Sin embargo, existen remedios naturales que ha ayudado a muchas personas a eliminar el tejido adiposo de manera muy simple. Todo lo que necesitas es la harina y miel.
Haz una mezcla de harina y miel. Trata de tener la cantidad suficiente para cubrir todo el área de la piel, donde se encuentra el tejido adiposo. La mezcla no debe ser demasiado pegajosa.
Extiende la mezcla sobre el tejido graso y fíjala con una gasa. Deja actuar durante 36 horas, fijándola con un vendaje. Repite la cura, si es necesario. Después de siete días, el tejido debe haber expulsado el pus.