La semana pasada, un grupo de restaurantes de ese país decidió eliminar ese cobro a los clientes, pues consideraron que, dada el alza que han experimentado los sueldos de los meseros, ya no era necesario ese pago extra.
En ese país, el pago de la propina es una regla tácita que muy poca gente se atreve a desafiar y reza que se debe dejar entre el 15% y el 20% del consumo para el mozo o el barman. En el mundo, en tanto las realidades son muy distintas. En Uruguay queda a criterio del consumidor.