Cuando Xiangwei llegó a España hace 17 años andaba lejos de ser un pata negra del franquismo. Aprendió a querer al Generalísimo sirviendo copas y carajillos, debatiendo largas horas tras la barra del bar. “Los clientes me enseñaron a querer a Franco, y también internet. Aquí viene mucha gente mayor, de 70 y 80 años, y me cuenta cómo era su vida con Franco. Antes andaban seguros por la calle a las doce de la noche, pero ahora la gente tiene miedo de salir.
ANUNCIO PATROCINADO



Con la tecnología de Blogger.