Estos aparatos que se han convertido en una parte importante de la vida de la mayoría de las personas, son dispositivos electrónicos con un gran desarrollo tecnológico. Cada año se lanza al mercado una nueva generación de teléfonos celulares que supera a la anterior. Pueden ser más o menos avanzados y hay teléfonos móviles de todo tipo y para todos los gustos, pero todos sirven para lo mismo: hablar por teléfono desde cualquier lugar y sin cables.

Si alguna vez te preguntaste cómo funciona un teléfono móvil, intentaremos explicarlo de la forma más simple y directa para que todos puedan entenderlo.

Un teléfono celular es en realidad una radio, una radio extremadamente sofisticada pero una radio al fin. Para entender fácilmente cómo funciona un teléfono móvil podemos compararlo con una radio de banda ciudadana o con los viejos walkie-talkie, con los que jugábamos de pequeños.

Los teléfonos celulares se llaman así porque trabajan con la idea de células. Cada área de acción como puede ser una ciudad se divide en pequeñas células o celdas, lo que permite la utilización de una misma frecuencia por muchas personas al mismo tiempo.

Cada celda tiene normalmente unos 26 kilómetros cuadrados y tiene una estación base donde se encuentra la antena y el equipo receptor/emisor de radio, tiene una capacidad limitada de frecuencias para que puedan hablar muchas personas al mismo tiempo. Originalmente era de 80 pero estas cifras van en aumento día a día, con desarrollo sostenido que la tecnología de telefonía celular tiene.



Al hacer una llamada, el teléfono móvil emite ondas de sonido que viajan a través del aire y son recibidas como señales electromagnéticas, las que se transforman por medio de antenas satelitales para recibirlas como sonidos inteligibles nuevamente. Todo este proceso es posible gracias a la combinación de redes de estaciones receptoras y transmisoras de radio así como de centrales telefónicas de comunicación.
Los sistemas digitales usan estaciones base dispuestas en celdas pequeñas conectadas en forma de red. Cada estación se ubica en el centro recibiendo un número específico de transmisiones de su red.
Al momento de que un teléfono móvil sale de una celda la estación base transfiere la posesión a la celda que esté recibiendo la señal más potente, o sea, la celda donde se encuentra el teléfono. Por esto es que cada ciudad necesita de al menos una oficina central que maneje todas las conexiones telefónicas y las estaciones de la región.
Los sistemas digitales usan celdas pequeñas que por sus dimensiones imposibilita que algún sistema aledaño use el mismo conjunto de frecuencias. Con este sistema la capacidad es mayor ya que son muchas celdas reutilizando frecuencias de transmisión, cercanas pero no adyacentes. Así mismo, debido a las pequeñas dimensiones de cada celda se requiere menor potencia, por lo tanto, se reduce la zona de cobertura, entonces se requieren dispositivos más pequeños y económicos.



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