Se trata de (malas) costumbres que hacen al usuario un poco más vulnerable ante las amenazas digitales.
Usar la misma contraseña para varios sitios
No respaldar las fotos
Cuando las fotos se guardan en un soporte físico, como una tarjeta de memoria, es muy fácil que un pequeño error haga desaparecer años de recuerdos. Para evitarlo existen diversas soluciones en la nube, como Dropbox, Google Drive o OneDrive, que además tienen apps que permiten sincronizar automáticamente las fotos tomadas con el celular.
No prestar atención a las configuraciones de Facebook
El área de configuraciones de Facebook no se merece un premio por su usabilidad, pero tiene algunos puntos a los que habría que prestarles más atención, como la parte de privacidad. Aquí el usuario puede determinar quién podrá ver cada uno de sus posteos, gestionar etiquetas, limitar el acceso a posteos viejos, entre otras configuraciones.
Habilitar Flash todo el tiempoLos contenidos Flash en la web consumen mucha batería y procesamiento del dispositivo. Apps como FlashControl para Chrome o FlashBlock para Firefox deshabilitarán todo el contenido Flash de una página web y el usuario podrá desactivar el bloqueador para ciertos sitios o activar los contenidos bloqueados haciendo clic sobre ellos.