El pasado sábado la ciudad francesa de Saint Guénolé despertó cubierta por un manto blanco que, si bien parecía nieve, se trataba de espuma blanca del mar, que, combinándose con el oleaje y el viento, formo ríos de espuma que recorrieron las calles creando un espectáculo inesperado. ¿Te ha gustado este video? Entonces No te olvides de compartir y darle Me gusta. Gracias!
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