El perro Ángel, fue uno de los casos más difíciles de esta clínica veterinaria. Su propietario lo dejó morir de hambre durante meses - cuando fue descubierto, ya se estaba muriendo. Ángel era tan delgado que sus huesos se veían a través de la piel y algunos de sus órganos ya no funcionaban correctamente. Pero luego vino un pequeño ángel en su lecho de muerte y le miró a los ojos...
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