Probablemente te has acercado a algunas de tus amigas y pedido en secreto un tampón o una toalla sanitaria. Ésta es una señal de que estas en tus días. Ahora, un nuevo estudio ha demostrado que entre mujeres se puede percibir cuando otra ésta ovulando mirando únicamente su cara.
A diferencia de otras especies, la señas de ovulación en los humanos son sutiles, pero perceptibles. Investigaciones previas han demostrado que es más probable que las mujeres bailen y caminen distinto, además de que la voz, el sonido y su físico cambia un poco, haciéndolas más atractivas a la perspectiva de los hombres. Éstas claves suelen suceder para indicar al hombre que la mujer se encuentra en la fase más fértil de su ciclo.
Los investigadores, de la Universidad de Berna, en Suiza, buscaron averiguar si entre mujeres también existía la posibilidad de distinguir entre las mujeres que estaban ovulando y las que no.
En un estudio en línea, se le mostró a 160 voluntarias pares de fotografías de mujeres – una tomada en su día más fértil y otra en el menos de su ciclo menstrual – y se les pidió indicar cual cara encontraban más atractiva. En el segundo experimento, se realizó la misma prueba a 60 participantes en un laboratorio. Se les realizaron pruebas hormonales y se les pidió elegir las imágenes de las mujeres que les parecían más atractivas y más probable que pudieran robarles a su cita.
Los hallazgos mostraron que, a diferencia de los hombres, las mujeres no percibían las caras ‘fértiles’ o ‘no fértiles’ más atractivas. Sin embargo, hubo un descubrimiento interesante en el segundo grupo. Las mujeres que no estaban ovulando, pero tenían nieves altos de estradiol – una hormona sexual femenina ligada con la fertilidad en general – tenían más posibilidades de elegir a las mujeres en ovulación como aquellas que podrían robarles su cita.
El resultado, publicado en el diario Biology Letters, sugiere que el estradiol juega un rol cuando las mujeres se evalúan las unas a las otras al competir en la reproducción.
Mientras que el fenómeno podría no brindar un beneficio inmediato, podría haber una ventaja indirecta, como por ejemplo que una mujer se asegure de que su pareja no cometa adulterio.
Otro estudio realizado a inicios de enero, mostró cómo las mujeres perciben la fertilidad de otras mujeres como una amenazada para sus relaciones románticas. En éste se pidió a voluntarias – ya sea comprometidas o casadas – ver imágenes de una serie de mujeres y calificar en una escala de siete puntos si creían que las mujeres de las fotos podrían parecer atractivas a su pareja.
Las participantes mostraron un deseo significativo de crear distancia entre las mujeres fotografiadas y su pareja cuando la modelo estaba ovulando. Las voluntarias resultaron ser especialmente protectoras cuando veían a su pareja como alguien deseable y las mujeres de las fotografías eran atractivas físicamente.
Aunque la habilidad de poder identificar a las mujeres que están ovulando podría ser efectiva, especialmente cuando se trata de ‘proteger a su pareja’, en la vida real ésta estrategia resultaría agotadora.
En un estudio en línea, se le mostró a 160 voluntarias pares de fotografías de mujeres – una tomada en su día más fértil y otra en el menos de su ciclo menstrual – y se les pidió indicar cual cara encontraban más atractiva. En el segundo experimento, se realizó la misma prueba a 60 participantes en un laboratorio. Se les realizaron pruebas hormonales y se les pidió elegir las imágenes de las mujeres que les parecían más atractivas y más probable que pudieran robarles a su cita.
Los hallazgos mostraron que, a diferencia de los hombres, las mujeres no percibían las caras ‘fértiles’ o ‘no fértiles’ más atractivas. Sin embargo, hubo un descubrimiento interesante en el segundo grupo. Las mujeres que no estaban ovulando, pero tenían nieves altos de estradiol – una hormona sexual femenina ligada con la fertilidad en general – tenían más posibilidades de elegir a las mujeres en ovulación como aquellas que podrían robarles su cita.
El resultado, publicado en el diario Biology Letters, sugiere que el estradiol juega un rol cuando las mujeres se evalúan las unas a las otras al competir en la reproducción.
Mientras que el fenómeno podría no brindar un beneficio inmediato, podría haber una ventaja indirecta, como por ejemplo que una mujer se asegure de que su pareja no cometa adulterio.
Otro estudio realizado a inicios de enero, mostró cómo las mujeres perciben la fertilidad de otras mujeres como una amenazada para sus relaciones románticas. En éste se pidió a voluntarias – ya sea comprometidas o casadas – ver imágenes de una serie de mujeres y calificar en una escala de siete puntos si creían que las mujeres de las fotos podrían parecer atractivas a su pareja.
Las participantes mostraron un deseo significativo de crear distancia entre las mujeres fotografiadas y su pareja cuando la modelo estaba ovulando. Las voluntarias resultaron ser especialmente protectoras cuando veían a su pareja como alguien deseable y las mujeres de las fotografías eran atractivas físicamente.
Aunque la habilidad de poder identificar a las mujeres que están ovulando podría ser efectiva, especialmente cuando se trata de ‘proteger a su pareja’, en la vida real ésta estrategia resultaría agotadora.