Un niño de 8 años estaba un poco aburrido, al parecer, durante un partido de pretemporada de béisbol profesional en Orlando, Estados Unidos. Jugaban los Piratas de Pittsburgh contra los Bravos de Atlanta, pero para el chico su celular parecía mucho más interesante. De pronto a un jugador se le escapó el bate de beisbol e iba dirigido directamente a su cara.
ANUNCIO PATROCINADO



Con la tecnología de Blogger.