William Friedkin, el famoso director de Hollywood ganador de un Oscar por The French Connection y más conocido por su trabajo en El Exorcista, ha revelado que acaba de asistir a un exorcismo real en El Vaticano.

“ Este mes fui invitado por El Vaticano para tomar fotos y grabar un exorcismo real, algo que poca gente ha visto y que nadie ha fotografiado nunca”, ha explicado durante una master class impartida en el Festival de Cannes.

El cineasta, que en la actualidad tiene 80 años, relata que todo lo que ha visto ha cambiado para siempre su manera de entender lo sobrenatural.

“ Nunca volveré a ser el mismo después de haber visto algo tan asombroso. No estoy hablando de ningún culto, sino de un exorcismo realizado por la Iglesia Católica en Roma”, afirma notoriamente entusiasmado.

Aunque El Vaticano no se ha pronunciado al respecto, el director se ha mostrado sorprendido por las similitudes que tiene su película de 1973 con el exorcismo real que ha contemplado. Además, ha añadido que cuando planteó el filme quiso hacer una película totalmente de terror, pero a medida que investigó en casos como el que asistió decidió convertirla en una especie de relato sobrenatural.

Para la película original, Friedkin se basó en un libro que relataba el caso de un adolescente estadounidense llamado Roland, a quien le practicaron un exorcismo en 1949. Sin embargo, según las palabras del director, el escritor William Peter Blatty no pudo plasmar la historia tal y como la vio:

“La archidiócesis de Washington DC pidió a Blatty que cambiara el género del protagonista para no llamar la atención sobre el joven. Pero en realidad era un adolescente de 14 años, no una niña de 12”.

El director afirma creer que el niño que inspiró la novela estaba realmente poseído.

“Estoy convencido de que no había otra explicación posible para aquel chico. No solo he leído los diarios del sacerdote que llevó a cabo el exorcismo, sino también las declaraciones de los médicos, las enfermeras y los pacientes del Hospital Alexian Brothers de Sant Louis, donde se llevó a cabo el caso. Todo lo que tiene que ver con la medicina y la psiquiatría se intentó. Pero el joven padecía problemas muy similares a las que aparecen en la película”, argumenta.

En la actualidad, se está realizando una serie de televisión que beberá directamente del filme que dio la vuelta al mundo en los años 70 y atemorizó a varias generaciones posteriores. Pero queda por saber si los realizadores de la serie tendrán la misma pasión que tuvo el director a la hora de filmar la película.

“Yo creía en esta historia. Hice la película como un creyente. No soy católico ni pertenezco a ninguna iglesia ni sinagoga. Si bien creo en las enseñanzas de Jesús, que pienso que son increíblemente profundas y hermosas –y sabemos que existió–, el lado sobrenatural lo dejo a la conciencia y las creencias de cada uno”, concluye.





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