Obama aprovecha su travesía por el continente asiático para negociar estrategias y acuerdos que detengan el ascenso económico y militar de China.
El presidente estadounidense, Barack Obama, sostuvo que durante su visita oficial a Hiroshima del viernes rendirá homenaje a todas las víctimas de la II Guerra Mundial, pero cabe acotar que antes de su gira por Asia, Obama apuntó desde la Casa Blanca que la jornada no era para pedir perdón por las acciones cometidas por su país en 1945, cuando EE.UU. se convirtió en el único país en usar una bomba atómica contra una población civil.
A su vez el periodista Pablo Vivanco reseña en el portal Rebelión que la gira obedece a la necesidad estadounidense de frenar a China.
"Nuestra visita a Hiroshima servirá para honrar a todos aquellos que perdieron la vida en la II Guerra Mundial, y para reafirmar nuestra visión compartida sobre un mundo libre de armas nucleares", expresó este jueves Obama al término de una reunión bilateral entre este y su homólogo japonés, Shinzo Abe, en la víspera de la cumbre del grupo de siete países más poderosos del mundo (G7) que se celebra en Ise-Shima, el centro de Japón.
Para el primer presidente de EE.UU. en visitar de forma oficial la ciudad nipona lo ocurrido en Hiroshima es un recordatorio de las implicaciones de la guerra y que"siempre debemos hacer lo posible para evitarla" puesto que, desde su perspectiva, el lanzamiento de esa arma atómica supuso un giro en la historia moderna.
"No obstante, soy el presidente de una nación que en ocasiones está amenazada por riesgos reales, no imaginarios, y es importante para nosotros actuar en consecuencia para garantizar la protección de los estadounidenses", manifestó este jueves Obama para justificar la política exterior de EE.UU.
De hecho, pese a afirmar que los horrores de la guerra deben evitarse, Obama se repliega al argumento tradicional estadounidense de que el uso del arma nuclear fue sustancial para ganar la II Guerra Mundial: “Creo que lo que el presidente considera importante es que el presidente Truman tomó esa decisión por las razones adecuadas”, comentó el vocero Josh Earnest.
En este sentido, la política exterior estadounidense siempre ha sido efectiva en sus intervenciones para acabar con la soberanía de otras naciones, tal como lo demostró en sus acciones en lo que hoy se conoce como Vietnam, otra de las nacionesque Obama ha visitado en la víspera del final de su mandato. Por eso no es de extrañar que su travesía por el continente asiático, más que para sanar heridas o espiar errores, sea para detener el ascenso económico y militar de China, sostuvo Vivanco.
Quizás por eso expresó ante la prensa en la sede donde se celebra la cumbre del G7: "Quiero subrayar una vez más los riesgos muy reales que existen y el sentido de urgencia que todos debemos tener".
Tal como lo señaló Pablo Vivanco, Japón, Vietnam y EE.UU no están interesados en desenterrar el pasado. Vietnam quiere que EE.UU. levante el embargo de armamento de envergadura; los tres países están colaborando en las disputas que sostienen con China en el Mar de la China Meridional. Además, Obama quiere impulsar el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica, al cual se oponen muchos demócratas, incluidos los dos candidatos presidenciales de la nación norteamericana.
La visita de Obama se da en el marco de la cumbre del G7 en Ise-Shima. EFE
En contexto
Los jefes de Estado de Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Italia, Alemania, Canadá y Japón se reúnen por dos días en en Ise-Shima, en el centro de Japón, para celebrar una cumbre dedicada a la economía mundial. Al término de esta, Obama realizará este viernes una visita oficial a la ciudad de Hiroshima, lo que lo convierte en el primer presidente estadounidense en visitar una ciudad desbastada por EE.UU.
Los ataques nucleares estadounidenses del 6 de agosto de 1945 sobre Hiroshima causaron 140 mil muertos, tres días más tarde lanzaron otra bomba sobre Nagasaki, en el que murieron 74 mil muertos. Esto precipitó la rendición de Japón y el fin de la Segunda Guerra Mundial.
La política exterior de EE.UU. para evitar la expansión del comunismo en Europa, América Latina y otros lugares y sus intervenciones directas ha dejado una cifra de muertos que ronda entre 1,3 millones y 3,9 millones de personas. También hay que sumar los 164 mil civiles vietnamitas que fueron asesinados en el sur, junto con los 64 mil civiles en el norte, víctimas de los bombardeos de Estados Unidos.
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