Este es una de esas historias positivas que nos recuerdan la verdadera grandeza del ser humano y la capacidad que tenemos de amar de forma incondicional, además nos llena de esperanza y nos motiva a ayudar.
Todo transcurrió en la ciudad de Sao Paulo Brazil, en donde un hombre llevaba viviendo en la calle más de 35 años, hasta que un día algo sucedió.
A simple vista es sólo un mendigo, pero la realidad es que detrás de esa cara desaliñada y ropa sucia se escondía algo que nadie se podía imaginar. Afortunadamente esta chica compartió con el mundo lo que este hombre escondía y que sólo ella conocía. Él se llama Raymundo y su historia termina así…
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