Una hormiga que realmente llama la atención, debido a que su cuerpo muestra un patrón de formas que recuerda al de una huella dactilar, lo cual, unido a las espinas de color dorado que cubren toda su anatomía, le confiere una extraña belleza no observada anteriormente en ninguna otra variedad.
Con la colaboración de Benoit Guénard, un investigador de la Universidad de Hong Kong, Wong localizó varios ejemplares más de esta nueva especie, a la que bautizaron con el nombre de Myrmecina magnificens, en homenaje a su esplendorosa imagen. Para los autores del descubrimiento, Singapur es un lugar que puede deparar más hallazgos sorprendentes, ya que la interacción humana sobre el ecosistema que rodea a la ciudad, ha generado una especie de laboratorio natural que resulta perfecto para que aparezcan especies insólitas.