Todas las mujeres han coincidido en señalar que, mientras estuvieron embarazadas, que los bebés sienten lo mismo que ellas, las mismas emociones. No podían explicar cómo lo sabían, pero la ciencia ahora les da la razón.
Un estudio de la Universidad de California-Irvine reveló que las emociones de la madre durante el embarazo no solo influyen en el desarrollo del bebé, sino que hasta pueden dejarle secuelas para toda la vida.
Según esta investigación, si durante o después del embarazo la madre entra en depresión, el bebé hará suya esa tristeza y angustia, así que lo mejor es permanecer en un estado permanente de tranquilidad y felicidad.
“Los fetos humanos son participantes activos en su propio desarrollo y están recolectando información para sus propias vidas luego de nacer. Se están preparando para el resto de ellas basándose en mensajes o señales que la madre les provee”, dijo Curt A. Sandman, Ph.D y uno de los responsables de este estudio.
“Lo que más nos sorprendió en este estudio fue el comprobar que los bebés podían sentir precisamente eso, el estado psicológico de su madre”, continuó el especialista, cuya investigación fue publicada en la revista Current Directions in Psychological Science.
Así, pues, cuando una mujer, durante el embarazo, sufre un cuadro de depresión o su estado de ánimo cambia constantemente, su bebé presentará problemas para desarrollarse o lo hará de una manera mucho más lenta.
Por ello, durante el embarazo, lo mejor que puede hacer una futura mamá es lograr un equilibrio emocional, deben disfrutar la etapa que está viviendo, dejar las preocupaciones de lado y disfrutar el hecho de que se convertirán en mamás.