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Las mantis no dudan en comerse al macho durante la cóipula |
Sin embargo, la amenaza de muerte no frena el impulso sexual del macho, de hecho, una vez que le ha sido arrancada la cabeza de un mordisco, un reflejo nervioso lo hace copular más inténsamente.
Solo si un macho aborda a la hembra cuidadosamente desde atrás, fuera del alcance de sus fuertes patas anteriores, y después realiza una veloz retirada, puede evitar que su pareja lo devore.