Porque de ese modo el agua se forma en el interior de las nubes. Con el calor, el agua se desprende de la superficie de la Tierra y empieza a acumularse en la atmosfera, en forma de vapor. A medida que gana altitud, ese vapor se enfría y se condensa, formando gotitas de agua con un diámetro cercano a la milésima de un centímetro. Esas gotitas son tan  livianas que flotan como el polvo en suspensión, y así se forman las nubes. En el interior de cada nube, esas gotitas se empiezan a chocar, formándose gotas cada vez mayores. Se necesitan alrededor de un millón de esas gotitas para formar una gota de lluvia. A medida que van quedando más grandes, van quedando más pesadas y dejan de flotar, entonces caen, retornando a la superficie terrestre en forma de lluvia. Cuando la temperatura disminuye mucho en el interior de la nube, el agua allí presente también se puede congelar, formando pequeñas gotas de piedra: el granizo.


Con la tecnología de Blogger.