Esta chica Noruega, empezó a dibujar en el espejo del baño con lápiz labial, y dejando pequeños mensajes a su compañero de cuarto.

Con el tiempo fue ampliando su repertorio hasta comenzar a hacer dibujos con los que interactúa. A veces cuenta con la participación de algún invitado en sus creaciones. Según cuenta tarda unos 30 minutos en terminar cada obra. Sus dibujos quedan registrados en las selfies que se toma a su lado y con ellos, pues despues de hacerlo los borra para permitir que el espejo cumpla con su función específica.

En esta galería observamos varios de sus trabajos:

































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