
Todo causa tiene un efecto, todo acto una consecuencia. Lo que hacemos en nuestro día a día se refleja de una manera o de otra en las personas que nos rodean, las conozcamos o no. Unas fichas de dominó van empujando a otras y si nadie hubiera empujado la primera, no habría caído la última. Conducir después de haber consumido alcohol puede desencadenar una serie consecuencias negativas. En tu mano está el gesto que quieres realizar.