El proyecto para instalar este tipo de señalización comenzó en 2012 de la mano de la firma de diseño Studio Roosegaarde y la empresa Hejmans Infrastructure. Tras dos años de investigación, el primer tramo de líneas luminosas ya se ha instalado en la carretera N329 de Holanda. Pronto le seguirán otros países.
Hay varias diferencias entre las líneas de Studio Roosegaarde y la iluminación tradicional. Para empezar, no consumen energía. Las líneas están confeccionadas en un material que absorbe la luz solar durante el día, y emite un tenue brillo por la noche. Su luminosidad dura ocho horas antes de agotarse.
El sistema permite iluminar tramos de calzada a menor costo que con los sistemas actuales. Studio Roosegaarde no se detiene ahí. Sus inventores están desarrollando nuevas pinturas para que la carretera emita diferentes patrones de luz reaccionando, por ejemplo, a las inclemencias climatológicas. Una idea es que el asfalto muestre símbolos de advertencia por hielo si la temperatura baja demasiado.