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Una estrella del cine de superhéroes en horas bajas que lucha por resurgir. Pese al evidente paralelismo entre el protagonista de Birdman y el propio Michael Keaton, el actor estadounidense asegura que cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.
"Lo irónico del asunto es que, en el fondo, creo que me parezco menos a este tipo de personaje que a cualquier otro que haya hecho. He interpretado a asesinos —en The Merry Gentleman o Desesperate Measures— con los que me identifico más que con Riggan". La película se estrena en Uruguay el 5 de febrero.
Tras acaparar siete nominaciones a los Globo de Oro (incluyendo Mejor película comedia o musical, Mejor director y Mejor actor para Keaton) que se entregarán este domingo, la nueva comedia negra del mexicano Alejandro González Iñárritu avanza con paso firme hacia los Oscar, y entre los favoritos está Keaton por su intensa y delirante radiografía del ego artístico. Lo curioso del asunto, vale la mención, es que Birdman compite en los Globo de Oro en la categoría de Comedia o Musical, algo impensado tiempo atrás para un director como el mexicano, célebre por dramas como 21 gramos y Babel.
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"Birdman es una película sobre actores, sobre Hollywood y sobre Broadway, y todo eso me interesó", explica Keaton, "pero sobre todo me atrajo lo profundamente humano, lo oscuro, lo loco, lo divertido. En una sola escena, en 30 segundos, el personaje cruza por un amplísimo rango de emociones. Fue todo un reto".
Iñárritu, que con Babel (2006) obtuvo siete nominaciones a los premios de la Academia de Hollywood, asegura que obviamente sí pensó en el bagaje de Keaton a la hora de escribir el guión de Birdman. "La autoridad que tiene Michael muy pocas personas la tienen. Michael inventó este tipo de superhéroe global, fue el pionero, con todos los pros y contras que conlleva", subraya el realizador y guionista mexicano. "Y además tiene una extraordinaria capacidad para ir de lo cómico a lo trágico en segundos, de una forma en que muy pocos actores son capaces. Sus características eran perfectas", subraya.
La figura de Keaton está irremediablemente ligada a Batman, a quien interpretó en Batman (1989) y Batman Regresa (1992), ambas dirigidas por Tim Burton. Hace poco, de hecho, a Keaton le preguntaron qué pensaba de Ben Affleck como el nuevo encapotado e intentaron meterlo en la polémica. Y Keaton salió con estilo y contundencia: "Batman soy yo", dijo. Y en cierta forma es verdad.
Los otros.
Tras bambalinas, alrededor del personaje de Riggan y su lucha por triunfar en Broadway con una adaptación de Raymond Carver, pululan Edward Norton —caracterizado como otro actor de ego insostenible— y Emma Stone —como la hija de Riggan—, además de Naomi Watts y Zach Galifianakis. Sí, es un reparto de alto vuelo y nombres fuertes que atraen de por sí. No es extraño en Iñárritu, quien ya ha dirigido a Sean Penn, Brad Pitt, Cate Blanchett y Javier Bardem, entre otros.
"La manera en que Alejandro escribe siempre tiene un enfoque multidimensional", afirma Norton. "Sus personajes se esfuerzan, tienen nobles intenciones, pero también son egoístas. Unos te gustan al principio y luego descubres su lado oscuro, y otros al revés, como ocurre con mi personaje, que al principio te cae mal pero luego ves que hay algo más. Me encantan ese tipo de historias. Todo lo complejo es más interesante", explica.
Emma Stone, que también sabe lo que es el cine de superhéroes —ha sido la última novia de Peter Parker en la vigente saga El sorprendente Hombre Araña, con Andrew Garfield— asegura que trabajar en una producción independiente como esta ha sido "una experiencia única" y cree que, más allá de la industria de Hollywood, cualquiera puede identificarse con los personajes. "Al principio pensé que el tema era una lucha muy específica sobre lo que les ocurre a los actores, y que no todo el mundo iba a entenderlo, pero ahora creo que cualquiera puede identificarse con el hecho de tener una parte pública y una privada, y la batalla diaria sobre lo que debes y no debes hacer", apunta la actriz.
Además de Keaton y de Iñárritu, otro serio aspirante a la estatuilla dorada es el director de fotografía, el también mexicano Emmanuel Lubezki, responsable en buena medida del prodigioso (y falso) plano secuencia que abarca casi todo el metraje. En el intrincado laberinto de pasillos y camerinos, detrás del telón, el movimiento de cámaras y actores se convierte en una meticulosa, brillante y, por momentos, alucinante coreografía. "Quise que todo fuera contado desde el punto de vista del personaje, poner a la audiencia en sus zapatos de forma radical", explica Iñárritu. "Es así como vivimos la vida, no editamos, navegamos con los ojos abiertos".
Todos los caminos conducen al Oscar
El impacto de Keaton en el rol principal de Birdman ha sido enorme. La película se estrenó a mediados de octubre del año pasado y desde entonces Keaton ha recibido nada menos que 25 nominaciones como mejor actor en diversos festivales o sindicatos relacionados al cine. De estas candidaturas, ha ganado ya 16, y aguarda todavía por otras seis que están pendientes, entre ellas el Independent Spirit, el premio del Sindicato de Actores y el mencionado Globo de Oro. Todo esto lo convierte en un clarísimo candidato, no ya a ser nominado a los próximos Oscar sino a llevárselo para su casa. Habrá que esperar.
TRES PAPELES PARA RECORDAR
Beetlejuice -1988-
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Entre el humor y la repulsión, este personaje, el primero de Keaton a las órdenes de Tim Burton, fue el que lo lanzó a la fama, en un registro enérgico que quedó grabado en la cultura popular y convirtió a la película en una de las más conocidas del director.
Batman 1989 - 1992
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De nuevo con Burton, Keaton se puso en la piel del superhéroe más célebre de las historietas en una de las más elogiadas adaptaciones de la historia. Al principio decían que no era lo suficientemente alto; al final los convenció a todos.
Bagdad -2002-
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La anterior nominación de Keaton en los Globo de Oro fue en 2002 por Live from Bagdad, producción de HBO, donde encarnó al productor de la CNN Robert Wiene en su visita a la capital de Irak para cubrir la guerra en el Golfo Pérsico.
