
El vinagre es uno de esos productos que infravaloramos. Pensamos que sólo sirve para aderezar nuestras ensaladas, pero la realidad es que detrás del vinágre hay muchos más. Este líquido proviene de la fermentación del alcohol, como por ejemplo el que contiene el vino o la manzana. Una vez fermentado, contiene una concentración que va de 3 % al 5 % de ácido acético en agua. Los vinagres naturales también contienen pequeñas cantidades de ácido tartárico y ácido cítrico.