“La razón es que es que si realizamos un cepillado agresivo o con un cepillo de cerdas duras, podemos llegar a desgastar nuestros dientes con efectos dañinos e irreversibles a largo plazo. Sin embargo, un colutorio bucal agresivo irrita las mucosas, pero una vez que se deja de practicar, estas recuperan su normalidad”, asegura Antonio de la Plaza, profesor de Odontología de la Universidad Europea de Madrid.
Además, aunque a menudo se piensa lo contrario, lo ideal no es lavarse los dientes nada más comer sino al menos media hora después. Resulta que al hacerlo nada más comer, activaremos el ácido prolongando su efecto más tiempo. Por eso, los expertos aconsejan enjugarse con agua o colutorio después de la comida, lo que ayudará a que los niveles de PH vuelvan a la normalidad. Otro truco es masticar chicle sin azúcar, que nos ayuda a salivar, lo que también reduce la acidez en nuestra dentadura.
Cuando sí que es muy recomendable cepillarse los dientes es antes de acostarnos pues, mientras dormimos, salivamos menos y estamos menos protegidos.
Además, aunque a menudo se piensa lo contrario, lo ideal no es lavarse los dientes nada más comer sino al menos media hora después. Resulta que al hacerlo nada más comer, activaremos el ácido prolongando su efecto más tiempo. Por eso, los expertos aconsejan enjugarse con agua o colutorio después de la comida, lo que ayudará a que los niveles de PH vuelvan a la normalidad. Otro truco es masticar chicle sin azúcar, que nos ayuda a salivar, lo que también reduce la acidez en nuestra dentadura.
Cuando sí que es muy recomendable cepillarse los dientes es antes de acostarnos pues, mientras dormimos, salivamos menos y estamos menos protegidos.