El desierto del Sáhara es un lugar bastante inhóspito y sin duda pone a prueba a las criaturas que habitan en sus áridas y secas tierras. Tanto es así que a ciertas horas del día muy pocos animales se atreven a salir a la luz. Sin embargo, existe un insecto que es capaz de soportar hasta 70 grados centígrados de temperatura sin morir en el intento: se trata de las hormigas plateadas u hormigas de plata del Sáhara (Cataglyphis bombycina).

Lo más característico de estas hormigas es que poseen una espesa y concentrada capa de pelillos que recubren su cuerpo y que reflejan la mayoría del espectro visible e infrarrojo que tengan a su alrededor. Es por esto que son capaces de soportar temperaturas tan abrumadoras que matarían a cualquier otro ser vivo.

Los pelillos que las recubren les dan un aspecto brillante y peculiar al verlas caminar sobre la arena. Al estar expuestas, sus pelillos emiten el calor del cuerpo permitiendo enfriar sus cuerpos (hasta 10º C) al deshacerse del exceso de calor. Sin embargo, no pueden permanecer todo el tiempo que deseen fuera del hormiguero; su estructura protectora también tiene un límite térmico. Según el estudio publicado en la revista Science y llevado a cabo por lo entomólogos Nanfang Yu, Norman Nan Shi (Universidad de Columbia), Rüdiger Wehner (Universidad de Zurich), el máximo es 10 minutos y su temperatura crítica de 53,6º C. Si el cuerpo de estas hormigas de aspecto metálico alcanzan esta temperatura, mueren.

Estas hormigas de plata son únicas en la naturaleza en usar este tipo de mecanismos para controlar la temperatura.



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