La misión del Día Mundial Contra la Rabia es promover la educación sobre el control y prevención de la rabia a nivel local, movilizar y coordinar recursos hacia la prevención de la rabia humana y el control de la rabia en animales.
Este día se celebra cada 28 de septiembre en memoria del fallecimiento del científico francés Louis Pasteur, quien desarrolló la primera vacuna contra esta enfermedad.
La rabia es una enfermedad infecciosa viral del sistema nervioso central, que provoca la encefalitis aguda. Este virus ataca a los mamíferos domésticos y salvajes, lo que incluye al hombre. Se encuentra en las secreciones de los animales infectados y lo transmiten al hombre por una mordida o si éste tiene algún corte en la piel, que haga contacto con la saliva del animal enfermo.
Esta enfermedad debe tratarse con urgencia de lo contrario conduce a la muerte. Después de la mordedura, puede tardar entre 60 y 300 días en manifestarse. El tratamiento inmediato impide el desarrollo de los síntomas. Es recomendable lavar la herida con agua y jabón, sin raspar, y acudir a un centro hospitalario.
Cuando aparecen síntomas de la rabia humana no existe tratamiento y casi siempre es mortal. Por ello, para prevenirla se recomienda la eliminación de la rabia canina mediante la vacunación de estos animales, pues esta constituye la principal causa de transmisión hacia los humanos. Debe ser un trabajo conjunto de los servicios veterinarios, salud pública y la comunidad.
Cada año mueren aproximadamente 55 mil personas por esa causa, lo cual es sinónimo de un fallecimiento cada 10 minutos.
Toda vez que una persona es mordida por un animal posiblemente enfermo es necesario vacunarla para prevenir la enfermedad. La forma de transmisión más común es mediante mordeduras de animales infectados.