Al fotógrafo Gabe Tomoiaga le gusta usar su arte para transportar a sus hijos a mundos mágicos.

El papá de Seattle retrata a Landon, de 4 años, Liam, de 2 años, y a Lucas, de 10 meses, cuando salen a sus aventuras en parques locales, playas e incluso en su patio trasero. Luego, usa un poco de magia para editar y darle vida a sus mundos imaginarios.

Los tres pequeños niños "aman completamente tomarse fotos", añadió el papá. "¡Sus ojos se iluminan cada vez que salimos a nuestra próxima a aventura!". Los niños no solo disfrutan posar para la cámara, sino que también quieren involucrarse con el equipo fotográfico y la edición. Sin embargo, trabajar con niñitos llenos de energía puede ser un reto, ya que a veces les cuesta trabajo quedarse quietos, dijo Tomoiaga.

Cuando se trata de ver las imágenes finales, el fotógrafo dijo que sus hijos quedan "cautivados" y les gusta describirse a sí mismos como si estuvieran contando una historia.

Tomoiaga espera que sus fotos inspiren a otras personas a usar su imaginación y enfocarse en las cosas simples e importantes de la vida.

"¡Vivan el momento!", expresó. "Pasen más tiempo con sus seres queridos. El tiempo es lo más valioso que existe, y el tiempo perdido nunca se recupera".

















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