“Este miembro fantasma se usa como una manera de indicar que estamos ocupados y no disponibles para los extraños, mientras que a la vez existe como una fuerza adictiva que promueve la división de la atención entre los que están físicamente contigo y los que no.”
Un encuentro casual en una cafetería de Nueva York inspiró a Pickersgill para comenzar el proyecto. “Una familia sentada junto a mí en el café Ilium, totalmente desconectada los unos de los otros,” escribe en sus notas de ese día. “No hablan mucho. El padre y dos hijas están con el móvil. La madre no tiene o ha decidido dejarlo. Mira por la ventana, triste y sola en la compañía de su familia más cercana. De vez en cuando el padre levanta la cabeza para anunciar alguna información que ha encontrado online.”