El tilde (o «la» tilde, según en dónde te encuentres) es algo que, incluso quienes profesan tener buena ortografía, suelen omitir de vez en cuando. Un caso totalmente diferente es el de quienes agregan tildes donde no los hay.

Eso sí, hay que admitirlo, aunque a veces sea producto de la sobrecorrección, hay ciertas palabras que imploran llevar tilde. Palabras que ves así tal cual deberían ser escritas y no puedes evitar sentir que están un tanto desnudas y se verían mucho más bonitas accesorizadas con un lindo tilde. ¿Sabes de cuáles hablamos? A ver si a ti no te dan ganas de tildarlas a veces.

Imagen

«Imagen» es una palabra grave terminada en ene, por lo que, según las reglas de acentuación, no debería llevar tilde. Sin embargo, al igual que pasa con palabras como «joven» o «examen», mucha gente tiende a escribirla con acento. Esto se debe a que el plural de estas palabras («imágenes», «jóvenes» y «exámenes») sí lleva tilde, por tratarse de palabras esdrújulas (acentuadas en la antepenúltima sílaba), llevando a algunos a querer ponerle tilde también en su versión singular.
Caracteres

Lo que pasa con «caracteres» es algo casi opuesto al caso de «imagen»: el singular es una palabra grave terminada en erre y, por lo tanto, lleva tilde en la segunda «a» («carácter»). Muchos trasladan este acento al plural, aunque en realidad este se traslada de la «a» a la «e» y el plural «caracteres» pasa a ser una palabra grave terminada ene se, por lo que no lleva tilde.
Guion

El caso de «guion» es más complicado, porque no hace mucho que se le quitó el acento gráfico. Hasta la publicación de la Ortografía del 2010, la grafía «guión» estaba aceptada, para el agrado de quienes decimos «gui-ón» y no «guion». Sin embargo, con esa publicación la RAE decretó que se trata de una palabra monosílaba (lo mismo sucedió con «ion») y, por lo tanto, no debe llevar tilde.
Heroico

Muchos tienden a escribir «heróico», aunque pocos dicen «hero-ico». En el caso de palabras como esta o «estoico», la «o» y la «i» forman un diptongo, por lo que son en realidad palabras de tres sílabas, acentuadas en la penúltima (graves) y terminadas en vocal. Según las reglas de acentuación, entonces, no llevan tilde.
Dio

«Dio», «vio», «fue», son todas formas monosílabas de verbos en el pretérito. Según las reglas de acentuación del español, los monosílabos llevan tilde únicamente cuando es diacrítico, es decir, cuando se debe diferenciar entre dos palabras diferentes (por ejemplo, «te quiero» y «quiero té»). Conforme a esto, ninguno de estos verbos conjugados deben llevar tilde.
Fe

«Fe» también es un monosílabo y, como explicamos anteriormente, estos no llevan tilde salvo excepciones. Como no hay ninguna otra «fe» con la que pueda confundirse esta palabra, no debería colocársele el acento gráfico.
Ti

Sí, los tildes innecesarios en los monosílabos son algo muy común, es como si pidieran ser acentuados. El caso de «ti» se ve impulsado, además, por el hecho de que muchos otros pronombres personales monosílabos («mí», «tú») sí llevan tilde. La diferencia con estos es que «mí» y «tú» sí precisan un tilde diacrítico para diferenciar, por ejemplo, «tu comida» del clamor desesperado «¡Tú! ¡Comida!». Rodeado por tantos otros pronombres que pavonean sus tildes ante él, «ti» se siente un poco envidioso y a veces lo usa, aunque debería aceptarse tal y como es: sin tilde.
Estos y aquellos

Y eso también. Existió una época en que los pronombres demostrativos como «esto», «eso», «aquello» y sus variaciones de número y género llevaban tilde para diferenciarlos de sus primos, los determinantes demostrativos. Esto buscaba diferenciar oraciones como «¿comió éste alimento?» (donde «éste» es alguien a quien claramente no aprecias mucho, quizás porque se comió el alimento) y «¿comió este alimento?» (donde buscas determinar si alguien comió este alimento o aquel que dejaste en el refrigerador). Esta época, sin embargo, terminó hace ya bastante tiempo, mucho antes de que nacieran algunos de quienes insisten en tildar estas palabras.
Solo

Algo similar sucede con solo. Hasta hace poco, llevaba tilde únicamente en caso de ambigüedad, cuando podías confundir «José sólo comió esa torta» (las otras las dejó intactas para que tú pudieras probarlas) con «José solo comió esta torta» (él solo comió la torta entera, ¡egoísta!). Hoy en día, sin embargo, la RAE considera que somos capaces de distinguir qué «solo» se está utilizando según el contexto y este adverbio ya no lleva tilde.







ANUNCIO PATROCINADO



Con la tecnología de Blogger.