Todos conocemos el dicho, querer es poder, lo que refleja que con perseverancia, disciplina, constancia, esfuerzo y paciencia, se puede conseguir casi cualquier cosa en esta vida.
Usualmente todos ponemos una excusa, al momento de hacer ejercicio, o cuando empezamos una dieta, la dejamos a la semana y nos volvemos a atiborrar de excusas, para no sentirnos mal o culpables con nosotros mismos.
Esta pelirroja, no es la excepción, ya que cansada de tener pocas curvas y atributos, decidió someterse a entrenamientos arduos, para obtener el cuerpo de sus sueños.
Conoce a Abby Pollock
Esta encantadora pelirroja, logro lo que muchas y muchos desearían y es una transformación física de 180° con tan solo, esfuerzo y perseverancia, en un periodo de tiempo relativamente corto como son 3 años.Abby Pollock, anteriormente a tener este divino cuerpazo, no llevaba hábitos perjudiciales, más bien, se alimentaba muy bien y realizaba patinaje artístico.
A finales del 2012 Abby decidió dejar el patinaje artístico y dedicarse al levantamiento de pesas, y fue entonces cuando la hermosa y tierna Abby, paso a ser la sexy y despampanante pelirroja que puedes ver en estas fotos.
Todos podemos ver como La señorita Pollock, no solo logro tener el cuerpo de sus sueños, sino que además logro tener una transformación y un cambio de actitud; lo cual podemos apreciar en el rostro de Abby, comparándola desde el 2012 hasta el 2015.
Ella nos comenta, que jamás pensó lograr tener las curvas que posee actualmente, y mucho menos desarrollar su trasero a la magnitud actual, por lo que la satisfacción y orgullo que tiene esta chica deben ser indescriptibles.
Ella vio estos magníficos resultados, porque decidió enfrentarse a esta jornada de transformación física tan ardua, sin importarle los obstáculos que pudiese conseguir en su camino.
Ella eligió el camino al éxito, para lograr su meta; ella no eligió atajos, ni caminos fáciles, es decir, ella no creyó en pastillas mágicas, para crear musculo o adelgazar, ni creyó en productos mágicos para lograr su transformación corporal, ni mucho menos creyó en entrenamientos rápidos y milagrosos.
La historia de Abby nos demuestra que no hay una receta especial o fácil para lograr nuestras metas todo es trabajo y esfuerzo constante.