La vida está llena de casos extraños que ni la ciencia ni la religión pueden explicar o resolver; sin embargo, el humano invierte todas sus energías en aclarar estos secretos, pues por alguna extraña razón, tienen la fe que resolviendo estos misterios encontrarán el verdadero sentido de la vida.
Por ejemplo, el tema de la reencarnación. La Universidad de Southampton, realizó un estudio donde analizó a más de 2000 pacientes que padecieron un infarto y lograron sobrevivir. El 40% de estas personas, asegura que estuvieron conscientes durante todo el acontecimiento, estaban despiertos, pero inmóviles, mientras los médicos intentaban salvarlos a toda costa. Algunos de ellos tienen recuerdos muy precisos de lo que pasaba en la sala de urgencias.
Interesado en este tema, el Dr. Ian Stevenson, estudió a más de 500 niños con una característica muy curiosa, parecían haber reencarnado. Fue durante esos estudios que conoció a las gemelas Jacqueline y Joanna Pollock.
La historia de estas niñas envuelve un misterio aterrador. La tarde del 5 de mayo de 1957, la familia Pollock se encontraba camino a la iglesia, cuando las hermanas decidieron adelantarse, pero al cruzar la calle fueron arrolladas por un vehículo, provocando su muerte de manera instantánea. Todo el pueblo se conmocionó con esa tragedia.
Pasaron dos años, la familia Pollock aún seguía destrozada, pues sus dos angelitos se habían marchado; sin embargo, una noticia dio un poco de luz a los corazones de esos dolidos padres: la señora Pollock estaba embarazada y esperaba gemelos.
Al nacer, el parecido de las nuevas bebés con las difuntas niñas, era sorprendente. Pero esa coincidencia no sería nada en comparación a lo que vendría los años posteriores.
Después de 8 años, las niñas empezaron a hablar, y a desarrollarse como niños normales de su edad; sin embargo, los padres se percataron de algo muy insólito, las pequeñas podían recordar cosas de las vidas de sus difuntas hermanas. Conocían sus nombres, sin que nadie se los hubiera dicho, sabían cuáles eran sus colores favoritos y también sus postres predilectos.
Al poco tiempo, las niñas empezaron a hablar y actuar muy similar a como hacían sus hermanas muertas. Compartían los mismos gustos y pasatiempos, parecía que las niñas que sufrieron ese terrible accidente, reencarnaron en este par de hermosas gemelas.
Este caso llamó mucho la atención de la comunidad científica, pero al hacer las investigaciones, no encontraron ninguna prueba física que comprobará que se trataba de una reencarnación, por lo que la ciencia jamás aceptará este acontecimiento; sin embargo, las gemelas Pollock vivieron una vida muy normal, llena de felicidad y amor.