Verbo, cántico, mantra. Si practicas yoga, seguro lo entonás al iniciar tu ciclo de meditación; y si no estás familiarizada con este tipo de disciplinas orientales, quizás has visto su símbolo más de una vez en calcomanías, dijes de pulseras y hasta tatuado en diferentes partes del cuerpo. Se trata del OM, la palabra sagrada del Hinduismo, pero ¿sabes realmente todos los significados que encierra?
Esta sílaba, según las escrituras en sánscrito antiguo, simboliza la unidad con lo supremo, esa conexión que se alcanza entre cuerpo y mente y que se remonta a los orígenes del Universo, pues es un sonido que replica las “primeras vibraciones divinas”.
El OM, también llamado pranava mantra, se vocaliza como “Aum“, tres letras que representan la energía pura en sus tres formas: Bhrahma, o la creación; Vishnu, preservación y Shiva que se traduce como liberación.
Místico como pocas palabras, el OM condensa el pasado, el presente y el futuro; es decir, todo lo que existe y también lo que no. De ahí que tanto teóricos como los yogi lo pronuncien al meditar o en los momentos que requieren de una máxima concentración. Poco a poco, al repetir este sonido, los pensamientos -muchas veces caóticos- quedan ordenados, lo que despeja la mente y da una sensación de tranquilidad.
El OM ayuda a desviar las energías negativas y a re-enfocarse para decidir qué acción tomar. Además de tener cuidado al decirlo, no olvides relajar los músculos de tu espalda y juntar las yemas de los dedos índice y pulgares.
