¿Recuerdas las cintas VHS, el walkman, el fax y el disquete? Pues quienes nacieron después del 2000 no saben en absoluto qué hacer con estas cosas, que se han quedado obsoletas. Los objetos que aún solemos usar también podrían desaparecer en los próximos años. He aquí 20 cosas que sin duda no llegarán a 2066. 
  • Los conectores USB Como los disquetes, las conexiones USB están llamadas a caer en desuso. Los modelos más recientes de ordenadores ya no tienen puertos para recibirlas. De hecho, todo indica que todos los soportes de datos físicos deben de desaparecer más o menos a corto plazo, a medida que, cada vez más, accedemos a nuestros datos a través de la nube. Los CDs y los DVDs ya parecen retrógrados, e incluso el formato Blu-ray está luchando para hacerse un lugar, visto el crecimiento del vídeo a la carta. 
  • Las cámaras Los teléfonos inteligentes tienen un desempeño cada vez mejor para sacar fotos de calidad (de lo que comemos o selfis, a gusto del consumidor), lo que podría poner en peligro la propia existencia de las cámaras. Pero la cosa aún puede ponerse peor: la compañía Sony ha patentado una tecnología que nos permitirá grabar todo lo que vemos. 
  • El dinero Ya no lo llevarás en el bolsillo. De hecho, todo indica que, de aquí a tu muerte, el dinero físico (monedas, cheques e incluso las tarjetas de crédito) ya no existirá. Todas tus transacciones se podrán hacer perfectamente con la ayuda de tu teléfono inteligente, gracias a la radioidentificación y a la detección de huellas dactilares.Ver la foto en Flickr 
  • Las gafas Las lentes de contacto no las han substituido aún, pero la cirugía a láser podría ponerle fin al reino de las gafas. Cada vez hay más problemas de visión corregibles por medio de intervenciones que tienden a ser menos invasivas. 
  • Las bolsas desechables Las bolsas de plástico son un verdadero azote para el medio ambiente. A lo largo de los últimos años se ha animado a la gente a que las sustituya por bolsas reutilizables. Además, las legislaciones van avanzando y pura y llanamente las prohíben y fuerzan a la gente a buscar alternativas. 
  • Los motores de gasolina A medida que aumentan las estaciones de recarga y disminuye el precio de los autos eléctricos, será cada vez más ventajoso manejar este tipo de vehículos. Pronto, manejar un auto de gasolina se verá como retrógrado. Será el fin de las estaciones de servicio tal y como las conocemos. 
  • Las llaves Tus nietos considerarán las llaves que usas hoy en día para abrir tu casa verdaderas reliquias del pasado. Las nuevas casas les abrirán cada vez más espacio a las tecnologías de cerradura computarizada. La industria del automóvil ya ha comenzado a reemplazar las llaves tradicionales por botones de inicio. 
  • El destornillador de cabeza plana Bueno, ya que se han sustituido en gran medida por destornilladores de puntas múltiples, el destornillador de cabeza plana debe de desaparecer en 50 años, porque, seamos sinceros, en realidad no son convenientes.  
  • Las chimeneas de leña Las chimeneas de leña emiten micropartículas contaminantes, y, por eso, más y más leyes prohíben su uso. Llegará un momento en que aquellos que tengan un interés personal por encender su fuego con leña serán cada vez más raros. 
  • Los periódicos de papel Con el crecimiento de la web, la información en el papel se vuelve cada vez más obsoleta. Varios modelos se han desarrollado a lo largo de los últimos años, pero el periódico en papel perdura. ¿Durante cuánto tiempo más? Solo el futuro nos lo dirá. 
  • Los timbres Con la llegada del correo electrónico, el servicio postal se puso patas arriba. A pesar de que la circulación de paquetes se ha vuelto cada vez más frecuente, debido a las compras en línea, las cartas son cada vez más raras. ¿Hasta cuándo durarán? 
  • El teléfono fijo En algunos hogares ya no hay teléfono fijo. ¡Pasamos a la siguiente llamada! 
  • El televisor No solo la generación del milenio abandona su aparato de televisión por un simple ordenador portátil en el que pueda ver los programas que quiera y cuando le convenga, sino que cada vez más telespectadores se dan de baja de los canales por cable y los cambian por servicios de vídeo bajo demanda, como Netflix, Tou.tv, Club Illico o Shomi. El televisor, tal como lo conocieron Janette Bertrand y Guy Fournier, ya no existe. 
  • Los auriculares bluetooth ¿Auriculares bluetooth? ¿Para qué, aparte de parecer una especie de agente de inmuebles desfasados? Esa invención era muy útil para quienes necesitaban hablar por teléfono mientras conducían; pero hoy en día, como la mayoría de los coches vienen equipados con tecnología de manos libres, ¿para qué? 
  • Las tarjetas de visita Las tarjetas de visita con el cargo, el correo electrónico, el número de teléfono y el de fax, ya no tienen razón de ser. Si uno tiene problemas para encontrar a alguien en 2016, probablemente es que no domina Google o que esa persona no desea que la encuentren, por el motivo que sea. Microsoft acaba de comprar LinkedIn por 26.200 millones de dólares, y esto es solo el principio del fin de los contactos hechos por tarjetas de visita. 
  • La bombilla incandescente o fluocompacta La primera es una devoradora de energía, y los residuos de la segunda son ultratóxicos. No es casual que la novedad de las bombillas, el diodo electroluminescente, LED para los más íntimos, esté causando tanto furor. Pronto no se encontrará nada más para iluminar nuestros corazones. 
  • Los autos manuales Te puede parecer bonito preferir su contacto y la sensación de control que te da la transmisión manual, pero el hecho es que estos modelos de autos tienden a desaparecer en favor de los vehículos automáticos. Y esto no es nada: dentro de 50 años, los vehículos autónomos, sin conductor, podrían ser la norma. 
  • Los farmacéuticos, médicos, abogados y notarios ¿Creías haber elegido un oficio de futuro, al optar por una de estas profesiones liberales? Pues no estamos tan seguros. Cada vez más, a lo largo de los próximos años, profesionales que tienen que usar sus conocimientos enciclopédicos como parte de su trabajo podrían ser reemplazados por robots capaces de ese mismo juicio e incluso de empatía. 
  • Las impresoras para el hogar "¿Realmente necesitas imprimir este correo electrónico?", nos preguntábamos durante la década de 2000. La respuesta es no, por supuesto. En el futuro, cada vez habrá menos necesidad de imprimir documentos en casa. Esto te hará enfadarte menos con tu impresora, que, después de todo, ¡nunca funcionó a tu gusto! 
  • El azúcar Cada vez más los profesionales de la salud señalan el azúcar como una de las causas de la obesidad, la diabetes y otros problemas de salud. ¡Pero está TAN RICO! ¡Y los sucedáneos saben tan mal! Hasta que encontremos una manera de reproducir exactamente el sabor del azúcar, pero sin sus inconvenientes. Los investigadores ya están en ello.




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