Muy pronto comenzaron a surgir las hipótesis que intentaban explicar el fenómeno auditivo, algunas más descabelladas que otras. Los habitantes de Bristol asociaron el zumbido a comunicaciones submarinas de baja frecuencia, antenas de telefonía, parques eólicos, tuberías de gas con fugas o incluso a la presencia de OVNIS o extrañas pruebas militares que estarían sucediendo en secreto en las cercanías.
A pesar de las diferentes teorías, el zumbido presentaba unos factores comunes en todos quienes aseguraban sentirlo: se trataba de un pulso de frecuencia muy baja, constante, que generaba la sensación de que el oído interno estuviera vibrando, se escuchaba más fuerte por las noches y era más común en las zonas rurales.
Hasta que llegó un día que el sonido, mágicamente, desapareció. Para volver con más fuerza en los últimos años.
En enero de 2016 varios habitantes de Bristol se preguntaban en las redes sociales por el origen de un misterioso zumbido que llevaban varios días escuchando.
Incluso un equipo de científicos franceses creyó encontrar la explicación. En 2015, los científicos anunciaron que el misterioso zumbido se debía a que las olas continuas provocaban que el fondo oceánico vibrara y de ahí el ruido.
“Hemos dado un gran paso en la explicación de esta señal misteriosa, de dónde viene y cuál es su mecanismo”, explicó Fabrice Ardhuin, investigador del Centro Nacional de Investigación Científica. Sin embargo, esta teoría no explica por qué el sonido desapareció unos años y por qué ha regresado.
Según explican en varios expertos en acústica, es probable que no haya una sola fuente de zumbidos sino que sean varias. Algunas teorías creen encontrar la explicación para los zumbidos en el conocido como sonido somatológico.
Esa idea hace referencia al sonido que produce nuestro interior, como por ejemplo el sistema digestivo o el sistema circulatorio. La gente a veces percibe estos sonidos como un zumbido o un pitido y trata de externalizar el problema. Se sienten mejor explicándolo como un ruido externo en vez de uno interno.
Otra de las razones que podrían explicar el llamado "Bristol Hum" se encuentra en la Hiperacusia. Este trastorno es un aumento de la sensibilidad auditiva que suele deberse a una irritación en alguna parte de la vía auditiva.
Siguiendo con las teorías médicas, hay otros que creen que el caso de Bristol puede deberse simplemente al Tinnitus. Este término médico se refiere al hecho de "escuchar" ruidos en los oídos cuando no hay una fuente sonora externa.
Y hay más hipótesis. Algunos atribuyen el molesto sonido a una radiación electromagnética que algunas personas tienen la habilidad de interpretar como un sonido.
No queda claro qué es lo que origina el fenómeno, ni por qué hay ciertas personas que lo sufren y otras no. Sin embargo, más allá de todo, resulta intrigante que el molesto zumbido no solo ha afectado a la ciudad de Bristol.
Leeds también tiene residentes que se mantienen despiertos por las noches y en Largs, Escocia, también. En Manchester se pudieron escuchar desconcertantes ruidos alrededor de la torre Beetham y en Canadá se está investigando el origen del zumbido de la zona Windsor. El ruido es tan molesto en esta zona y afecta a tanta gente, que el gobierno canadiense ha subvencionado con 60.000 dólares dos investigaciones dirigidas por la Universidad.
También en México se conoce otro zumbido famoso, el de Taos. Fue objeto de varios estudios en la Universidad de Nuevo México, cuyos científicos lograron grabar el sonido, que tiene una frecuencia de 66 hercios. Según los investigadores, el zumbido tenía un origen exterior pero no pudieron identificarlo.
El misterio sigue vivo.