Este artículo debería ir acompañado del cartel de advertencia: "No lo intenten en sus casas".

Nada es bueno llevado al límite. Ni tan si quiera el deporte.

Los deportistas de los Juegos Olímpicos de Brasil 2016 necesitan recargar su cuerpo para que funcione como una máquina perfectamente engrasada. Lo más curioso es que la dieta de un deportista puede ser casi tan complicada como la propia actividad física que practica.

Unos tienen una dieta estricta, mientras que otros, pasan olímpicamente de los nutricionistas. Algun día, alguien con sentido común se dignará a estudiar los efectos a largo plazo de estas dietas locas sobre la salud de los deportistas. Esta es una selección de tres casos particularmente curiosos:

Michael Phelps

Pongamos como ejemplo el famoso “Desayuno de los campeones” del nadador estadounidense. Una persona de complexión normal necesita unas 2 mil calorías al día. Michael Phelps ingiere 4 mil calorías cada vez que se sienta a la mesa llegando a las 12 mil calorías al día. En definitiva, come por seis personas. Bestial.

¿Podrías desayunar todo esto?
- Tres sandwiches de huevo frito
- Una tortilla de cinco huevos
- Dos tazas de café
- Una taza de sémola y maíz triturado
- Tres porciones de bizcocho de chocolate
- Tres rebanadas de pan recubiertas con azúcar

Un día seguramente sería posible, pero imagina que es tu dieta matutina a diario. Te has venido arriba y estás convencido que puedes. La mayoría de nosotros pasamos la jornada laboral sentados en la oficina, ¿cómo se queman 12.000 calorías tecleando en el ordenador?

Y eso que no se contabiliza aquí su almuerzo faraónico con medio kilo de pasta, dos sándwiches de pan blanco con queso, jamón y mayonesa y 1.000 calorías en bebidas energéticas.

Usain Bolt

Usain Bolt, en su biografía, reconoce que durante los Juegos Olímpicos de Pekín se alimentó durante diez días de 100 nuggets de pollo cada día porque la comida china no le convencía. Un cálculo rápido da como resultado 1000 nuggets durante 10 días con una media de dos cajas por comida.

¿Podrías comer todo este pollo procesado en cada comida?
Si se consideran fiables estos números, Bolt estaba consumiendo 4.700 calorías, 295 gramos de grasa y 9,000 miligramos de sodio cada día. Esta dieta aplicada a una persona convencional sería una fuente incalculable de problemas con falta de vitaminas y minerales.

Es altamente sospechoso que muchos deportistas profesionales defiendan y propaguen las bondades de la comida rápida como algo positivo. Las voces críticas están convencidas que estos atletas cobran millones de dólares para decir lo que dicen. Sin duda, sería una dieta muy alejada de las recomendaciones de cualquier profesional de la alimentación deportiva con dos dedos de frente.

Michael Arnstein
El atleta maratoniano es toda una celebridad en Estados Unidos. Es el primer deportista que se autodefinde como "frutariano". Sigue una dieta exclusiva de frutas. "He crecido a pasos agigantados en mi carrera desde la adopción de una dieta frutariana. Aparentemente, no hay límites corporales con lo que no puedo hacer".

Hace ocho comidas diarias y todas sin excepción con diferentes frutas. Cuando se va a entrenar por las montañas, carga de frutas el maletero del coche para poder aguantar el ritmo sin problemas.

¿Podrías comer solo fruta durante todo el día?
Sus amigos y rivales alucinan. No entienden cómo puede soportar la carga de tantos kilómetros sin proteínas de origen animal.

¿Qué pasaría si una persona normal siguiera a raja tabla la estricta dieta de un deportista profesional?

Lo normal es pensar que engordaríamos varios kilos. La actividad física diaria de un deportista olímpico no se puede comparar con la que hacemos la mayoría de mortales. Pero los problemas de salud no acabarían aquí. Con la obstrucción de las arterias, la subida de los niveles de colesterol estaría asegurada y seríamos más propensos a enfermedades cardiovasculares.

La Asociación Sansyoga con dietistas especializados, creen que "habría un exceso de proteína que no se llegaría a quemar. Este exceso acidificaría el pH de la sangre y afectaría a todos los órganos vitales. Sobre todo riñones e hígado". A medio plazo, la cosa se complicaría porque "podría provocar enfermedades hepáticas y/o renales".

Eso sí, los hidratos de carbono son las verdaderas estrellas de estas dietas hipercalóricas."El exceso de hidratos de carbono, de azúcares al fin y al cabo, si no se queman pueden provocar además de obesidad, diabetes".

Afortunadamente, algunos dietistas expertos en alimentación deportiva están buscando caminos alternativos: " Hay una corriente que intenta fomentar la dieta macrobiótica para deportistas. Su base son los carbohidratos, pero de cereales de grano completo. En este caso sería bueno también por personas corrientes", especifican.





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